Los sofocos o bochornos son una molestia bastante común que puede ocurrir durante el embarazo. Estos sofocos son un calor repentino que nota la embarazada, sobre todo, en pecho, cabeza y cuello, pese a que no haya temperaturas elevadas en el exterior.
No obstante, para aliviar los síntomas de los sofocos del embarazo, que se pueden ver incrementados por el calor del verano, existen algunas recomendaciones que pueden ser de utilidad.
Los llamados sofocos del embarazo son una sensación de calor que la gestante nota de repente, sobre todo, en la cabeza, el cuello y el pecho. Estos sofocos son inesperados, ya que pueden producirse aunque el ambiente no sea caluroso. No obstante, la sensación puede ser aún más molesta en verano por las altas temperaturas.
La duración del bochorno puede ser variable, desde unos segundos hasta algunos minutos, y estos pueden ocurrir por el día o tratarse de sofocos nocturnos, dificultando el descanso de la embarazada.
Es importante mencionar que, en principio, no tienen efectos negativos para el bebé. En cualquier caso, si la temperatura de la embarazada asciende por encima de los 37,5-37,7oC, lo recomendable es ir al médico. De este modo, se podrá evaluar si hay alguna infección que esté produciendo fiebre.
Además, si la temperatura supera los 39oC, se debe acudir a urgencias, ya que la embarazada puede estar sufriendo un golpe de calor.
Aunque no se conoce el mecanismo exacto, la aparición de estos arrebatos de calor en el primer trimestre de embarazo, tal y como sucede con los sofocos en la menopausia , se relaciona con los cambios hormonales de la mujer.
La regulación de la temperatura está controlada, de forma que la temperatura corporal se mantenga alrededor de los 37oC. No obstante, las hormonas como los estrógenos y la progesterona pueden influir en este control de la siguiente manera:
Estrógenos: promueven la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que favorece que el calor se disipe y, por tanto, una menor temperatura corporal.
Progesterona: favorece que el calor se mantenga y la temperatura corporal aumente.
De este modo, la temperatura corporal materna subirá unas décimas en el primer trimestre de embarazo debido a la influencia de la progesterona.
¿Cómo combatir los sofocos del embarazo?
Los sofocos en el embarazo son bastante molestos, ya que incluso pueden dificultar el descanso de la futura madre. No obstante, hay algunas recomendaciones para intentar reducir su aparición o, al menos, aliviar los síntomas del acaloramiento:
Beber suficiente agua, para mantener una buena hidratación. Para ello, será muy útil tener una botella de agua siempre a mano.
Ducharse con agua tibia.
Usar ropa holgada, ligera, transpirable (por ejemplo, de algodón) y de colores claros. Para reducir la sensación de agobio será mejor evitar la ropa sintética y ajustada.
No tomar comidas picantes. Es preferible que la gestante incluya en la dieta frutas que, además, contribuirán a la hidratación.
No practicar ejercicio físico extenuante.
Mantener los espacios bien ventilados.
Tener preparado un abanico y un atomizador con agua para refrescarse durante el sofoco.
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